10.3.14
Según Villoro, Sánchez Vázquez caería en una especie de “panideologismo” ya que su concepción resulta demasiada amplia. Frente a esta tendencia “totalizante” sostiene que no solamente queda afuera la ciencia sino también las creencias no científicas. Frente a esta crítica, Sánchez Vázquez ha respondido que si bien lo ideológico se hace presente en el arte, la literatura, la moral, el derecho, la filosofía y las ciencias sociales, sin embargo no se hace presente de la misma manera, sino de un modo específico, en cada una de esas formas. Por tanto, este concepto amplio de la ideología tiene más ventajas que el concepto restringido, aunque sin desconocer sus riesgos.
Por su enorme importancia histórica, vale la pena entrar en los detalles de esta polémica que se destacó por la elevada rigurosidad de sus argumentos.
La teoría de la ideología de Sánchez Vázquez está primeramente desarrollada en Las ideas estéticas en Marx y en su Antología de estética y marxismo. En estos libros analiza y discute con otros autores en modo en que conciben la presencia de la ideología en el arte. Entre estos autores están Karel Kosik, Ernst Fischer y Galvano Della Volpe. En la discusión con ellos, Sánchez Vázquez concluye que la ideología aunque está presente en el arte sin embargo no se reduce a consideraciones extraestéticas. El valor estético trasciende a su aspecto ideológico. Esto significa que lo que perdura en la obra de arte es su dimensión de clase. De Fischer recupera la idea de que aunque las artes no tienen una naturaleza ideológica tampoco son inmunes a ella. De Della Volpe retoma la idea de que no se puede reducir el arte a sus equivalencias sociales e ideológicas porque cada arte tiene su propio medio semántico. Lo que significa que no podemos hablar el arte en general sino de la diversidad de artes. Los signos literarios significan cosas distintas de lo que significan los signos musicales o pictóricos. En todo esto no puede hablarse propiamente de ideología sino de valores estéticos. Posteriormente la concepción de la ideología de Sánchez Vázquez se desarrolla en cuatro ensayos: 1)“Filosofía, ideología y sociedad”; 2)La ideología de la neutralidad ideológica en las ciencias sociales”; 3)“Literatura e ideología: Lenin ante Tolstoy”;4) “Racionalismo tecnológico, ideología y política”. En 1) aclara que la ideología por sí misma no valida ni justifica nada. Por eso no se reduce a la gnoseología. Otra idea importante desarrollada en este ensayo es que optar por una u otra filosofía es ya una opción ideológica. En 2) rechaza la separación entre hecho y valor, ciencia e ideología, ciencia y política. La ciencia libre de valores es igual a la idea de ciencia libre de ideologías. En 3) señala la contradicción entre la ideología del autor y la ideología de la obra. La ideología no es un punto de partida o una posición sino que es contenido formado en la obra de arte (como conciencia verdadera de la realidad). En 4) habla de ideología tecnológica cuando el medio se vuelve fin. La racionalidad técnica se convierte en racionalidad política o máxima irracionalidad. La técnica se vuelve una ideología negativa cuando sirve a la clase dominante. Puede tener uso liberador.
Los argumentos de Villoro
1) Que Sánchez Vázquez tiene una concepción amplia de la ideología cuando lo que hay es una concepción restrictiva en Marx y Engels. Esto significa que lo restrictivo tiene que ver más con una definición de la ideología como conciencia falsa. La representación falsa de la realidad tiene que ver con el resultado de las estructuras económicas. Lo que no admite es que por su función social o interés de clase la ideología pueda dar un criterio de justificación o de validación.
2) Lo que hay en Marx y Engels es una definición como conciencia falsa. No puede hacerse una definición amplia porque ella se concreta con el poder y la dominación de una clase. Es esencialmente crítica y negativa. Es reductiva porque solo vale como criterio de demarcación entre ideas justificadas racionalmente y creencias no racionales.
3) Lo que Villoro cuestiona a Sánchez Vázquez es que la ideología en la medida en que cumple una función social (representación falsa) pueda cumplir una función gnoseológica o epistemológica. Sería un contrasentido oponer una ideología verdadera a una falsa. Para Villoro eso es lo que sucede con el marxismo posterior a Marx. Por esto le achaca a Sánchez Vázquez de tener una visión “leninista”. Esto lleva según él al “panideologismo” es decir a una visión donde todo es ideología:
“La politización de toda creencia. Toda creencia es vista bajo el prisma de interés de clase o de su función política. Nada escapa a esta perspectiva. Cualquier opinión moral, religiosa, al igual que cualquier descripción del mundo sufre ese juicio. Lo cual no tendría demasiada importancia si el juicio político no estuviera cargado, a su vez, de una valoración decisiva. Así, toda creencia, de cualquier tipo, tiende a caer bajo un dictamen absolutorio o condenatorio. Toda creencia no revolucionaria corresponde, por ello mismo a una ideología contraria, y por ende , condenable. Tanto Lenin como Sánchez Vázquez vieron sin duda este peligro. De ahí las advertencias de éste último, sobre la posibilidad de ideas estéticas o morales que rebasen un status ideológico. Pero es claro que un concepto amplio de ideología como el leninista, no suministra armas para evitar ese peligro, sino, por el contrario, lo induce.”
4) Para Villoro es un error ampliar el concepto de la ideología. Esto significa confundirla con una postura capaz de operar una política de resistencia o una praxis liberadora. Si bien está de acuerdo con la crítica de ASV a Althusser de que la praxis no se reduce a la ciencia (como la única instancia para salir de la ideología), sin embargo no acepta que pueda concebirse la filosofía, la ética o el arte como ideología. La definición reductiva es mejor que la amplia porque permite demarcar la verdad de lo falso. Según él, solo se puede entender la ideología como conjunto de creencias no racionales.
Respuesta de Sánchez Vázquez a la crítica de Villoro:
1)
No hay en Marx ni Engels una sola definición de la ideología. En la Contribución a la crítica de la economía política y especialmente en El Manifiesto comunista se habla de la filosofía del proletariado que amenaza como ideología el orden europeo. Hay aquí una clara visión de la marcha y de los resultados del la lucha del movimiento obrero. Si bien es cierto que hay un acento en la conciencia falsa como resultado del fetichismo de la mercancía y la conversión del valor de uso, sin embargo la ideología tiene una función epistemológica- gnoseológica (lo que equivale a afirmar que la ideología nos da un criterio de validación y justificación porque responde a valores , aspiraciones e intereses de clase.)
2) Lo ideología en sentido amplio puede cumplir una función de conocimiento cuando guía la acción o praxis revolucionaria. Es así que Sánchez Vázquez está de acuerdo con la idea de Lenin de la ideología revolucionaria del proletariado. Lo que no acepta es la crítica de Villoro de que eso lo lleva a compartir la visión leninista. Sánchez Vázquez se deslinda del marxismo dogmático estalinista que terminó como “socialismo real”. Aquello que históricamente acabó en lo político como dictadura del proletariado, eliminación de toda democracia, monopartidismo. Y en lo ideológico, la ortodoxia : oponiendo ciencia-arte-moral obrera a la ciencia –arte- moral- burguesa:
“Con respecto a esta versión del marxismo, en la que éste –como dice Villoro- deja de ser un pensamiento crítico y libertario, he compartido desde los años sesentas y setentas con otros intelectuales marxistas una actitud cada vez más crítica, tanto en el terreno de la estética y de la filosofía como con referencia a sus concepciones y prácticas políticas”
“La intolerancia se da también al transformarse ideologías originalmente liberadoras, revolucionarias, en ideologías de signo opuesto: autoritarias, opresoras. Pero semejante transformación no es asunto puramente ideológico y menos aún explicable por el paso de un concepto ´restringido´a otro amplio de la ideología. La explicación hay que buscarla en las condiciones reales de todo tipo que hicieron posible la construcción de esas sociedades con esas características , y entre ellas, la de la ideología correspondiente, cualesquiera que fuesen las intenciones emancipatorias de los revolucionarios en su ideología originaria.”
4) Para Sánchez Vázquez, igual que para Gramsci, la ideología puede cumplir una función de resistencia. Frente a la hegemonía del bloque dominante hace falta una hegemonía alternativa. Por eso es importante reconocer aspectos positivos en la tradición, no solo en el arte, la ciencia o la moral. Filosofía de la praxis equivale a una ideología revolucionaria si se entiende que la ideología no se reduce a una clase (a la clase obrera) sino que la lucha de clases tiene un contenido nacional, sexual, racial, etc. Para Sánchez Vázquez la ideología también puede tener un contenido en el arte, la literatura, la ética o la filosofía. O sea que admite la ampliación con la definición de la ideología sin caer en el dogmatismo.
Para Sánchez Vázquez la ideología se define por: “a) un conjunto de ideas acerca del mundo y la sociedad que b) responde a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social dado y que c) guía un comportamiento práctico de los hombres acorde con sus intereses, aspiraciones e ideales” Esta definición implica tres aspectos 1) su contenido teórico que apunta a la valoración de la realidad, por eso no es solo falso sino que incluye elementos de verdad; 2) su génesis o raíz social que incluye vínculo con los intereses de clases; 3) incluye función práctica. No solo explica sino que justifica la acción. No se restringe gnoseológicamente y acepta una definición restringida. Villoro lo restringe al conocimiento por eso no acepta su vínculo con el interés de clase o que pueda ser guía para la acción. El argumento de Sánchez Vázquez es que la ideología no se restringe a lo racional (a lo verdadero y lo falso): “No es solo un modo de pensar o representar la realidad sino también de valorarla y guiar el comportamiento”. Incluye fines, valores y normas e intereses de clase. (esto es su función sociológica) se justifica o se invalida. Hay justificación ideológica (esto no acepta Villoro)
Contrarréplica de Villoro
Discrepa que la ideología en sentido amplio pueda servir como guía para la acción. No ve como diferenciar las creencias justificadas en razones prácticas y según un interés general. Reafirma la utilidad de la concepción restringida que subraya las creencias no justificadas y que responden a intereses particulares. No le convence la distinción entre justificación en sentido teórico (la ciencia) y práctico (la ideología). Estas últimas son creencias no científicas. Dice que es mejor la concepción restringida para criticar estas creencias. Lo único que reconoce a Sánchez Vázquez es su deslinde del marxismo leninismo y del “panideologismo”
Opinión personal
¿Quién tiene la razón en este debate? Podría decirse que ambos. Villoro tiene razón cuando señala que la concepción restringida tiene la ventaja de relacionar las ideas con el poder. Si no hay valores y creencias ligadas estrechamente con el poder se corre el riesgo de definir extensivamente la ideología al extremo de dejar de ser reconocible. Pierde su filo crítico volviéndose un concepto difuso y vacío. Claro que Sánchez Vázquez no cae en esta posición aunque sí algunos autores que identifican la cultura como ideología. También es acertada la posición de Villoro en cuanto hay que combatir las creencias no racionales totalmente injustificadas. Sánchez Vázquez no niega esto. Claro que no se puede dejar de advertir algunas diferencias. En Sánchez Vázquez hay menor énfasis en la oposición que hace Villoro entre ideas justificadas racionalmente y no justificadas. Y es que en efecto no es muy convincente la posición de Villoro al reducir la ideología a lo racional. ¿Y los sentimientos, las pasiones y las ideales? El hecho de que la ideología no sea algo racional no equivale a deducir de ello que se convierta en algo irracional (o como dice Villoro en “creencias injustificadas). La concepción de la ideología de Villoro coincide con autores contemporáneos como Foucault y Deleuze. Según estos autores, la ideología se define como la producción del discurso por el poder (no es lo prohibitivo). Verdad es poder. Se construye institucionalmente la verdad como poder. Cada sociedad tiene su régimen de verdad. La ideología es lo que se restringe a lo que funciona como poder, no como sustancia sino como sistema de relaciones (no tiene su núcleo en el Estado). Opera con tecnologías, estrategias y dispositivos. Es lucha, confrontación, guerra. . También Villoro coincide con John Thompson. La ideología es todo lo que moviliza el sentido al servicio del poder. Lo que justifica, aliena, disimula. Puede ser la ciencia o la religión. El análisis de la ideología implica triple metodología: el análisis social y discursivo. Se trata de definir la ideología esencialmente como crítica a la dominación. Y por último, Villoro coincide con Olivier Reboul para quien la ideología se define como el pensamiento al servicio del poder, usa seudo razones y seudo argumentos. Se restringe el concepto a cierto lenguaje o discurso de apariencia partidista, colectivo, disimulador y con pretensiones de racionalidad (es un fenómeno moderno). No es algo que está en todas las épocas y sociedades.
En cuanto a la postura de Sánchez Vázquez sobre la concepción amplia de la ideología, coincide con los post-althuserianos como Goran Therborn, quien han superado las tesis de Althusser diferenciado la validez de la interpelación (subjetiva psicoanalítica) de la distinción ciencia- ideología. Para Therborn la ideología se define como una concepción amplia, un modo de ser en el mundo. Un conjunto de ideas y prácticas de diferentes grupos y clases sociales. La ideología es todo aquello que da cuenta de lo que existe, lo que nos dice que es bueno y qué es posible (mediante interpelaciones valorativas). La ideología no se reduce a la clase. Se conecta con lo existencial, lo humano como en Kollontai, Reich (lo sexual) y Gramsci (lo nacional)